Trastorno del Espectro Autista
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación y la interacción social. Los niños con autismo a menudo experimentan una disminución de la oxigenación en áreas específicas del cerebro, así como una condición inmunológica crónica en el intestino que puede provocar inflamación. Estos problemas neurobiológicos subyacentes pueden provocar una variedad de síntomas, que incluyen dificultades con la comunicación social, comportamientos repetitivos, dificultades de procesamiento sensorial, atención e hiperactividad y problemas para dormir.
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1 de cada 
44

niños han sido diagnosticados con autismo en los Estados Unidos

4

veces más común entre los niños que entre las niñas.

44
%

son no verbales o tienen habilidades limitadas de comunicación verbal

33
%

reciben un título postsecundario, el 66% de la población general

El trastorno del espectro autista (TEA) es una afección a largo plazo que se puede identificar por las diferencias en la interacción social, el habla y la adaptación al entorno. Si bien no existe una cura única para el autismo, una combinación de identificación temprana y terapia adecuada puede mejorar significativamente la calidad de vida de las personas diagnosticadas con el trastorno. Los mejores resultados para los niños con autismo se logran a través de un enfoque multidisciplinario, que incorpora intervenciones innovadoras, terapia con células madre y desarrollo conductual.

Se desconoce la causa exacta del autismo, pero se cree que es el resultado de una combinación de factores ambientales y genéticos, así como de desequilibrios metabólicos en el cuerpo del niño. El diagnóstico del autismo requiere un proceso de evaluación integral, que incluye evaluaciones por parte de un pediatra, profesionales especialistas y pruebas de inteligencia, así como observaciones del comportamiento y la adaptabilidad del niño.

Las células madre son tipos de células versátiles que tienen la capacidad de diferenciarse en varios tipos de células, incluidas las neuronas, que son las células primarias afectadas por el autismo. El uso de células madre en el autismo ha ganado atención debido al potencial de estas células para mejorar algunos de los síntomas asociados con este trastorno. Las células madre trasplantadas tienen la capacidad de modular el sistema inmunológico, que a menudo está desregulado en las personas con autismo. Esto puede tener un impacto positivo en la reducción de la inflamación, un factor clave en la patogénesis del autismo.

Los trasplantes de células madre también pueden mejorar el eje intestino-cerebro, que a menudo se ve afectado en las personas con autismo. Este eje es crucial para la comunicación adecuada entre el intestino y el cerebro y es importante para regular el comportamiento y el estado de ánimo. Las células madre pueden mejorar la función intestinal al promover el crecimiento de bacterias intestinales saludables, lo que puede mejorar la capacidad de desintoxicación del paciente de metales pesados y otras partículas que los pacientes con autismo tienen dificultades para desintoxicar. La función intestinal mejorada también puede tener un impacto positivo en la reducción de síntomas como el estreñimiento, que es común en personas con autismo.

Además, las células madre pueden mejorar potencialmente la función mitocondrial, que a menudo se ve afectada en las personas con autismo. Las mitocondrias son las centrales eléctricas de la célula y juegan un papel crucial en la producción de energía celular. La función mitocondrial mejorada puede conducir a una función cerebral mejorada y síntomas reducidos de autismo. Además, las células madre de nuevos vasos sanguíneos y la mejora de la función del sistema cardiovascular.

El uso de células madre en el tratamiento del autismo es una estrategia prometedora con el potencial de mejorar la salud general de los pacientes. Este enfoque tiene como objetivo modificar el sistema inmunológico, mejorar la función intestinal y abordar la gama completa de síntomas, estableciéndose como una intervención de primera línea para las personas con autismo.

Preguntas Frecuentes

La terapia con células madre es una forma de tratamiento que implica el uso de células madre, que son células que tienen la capacidad de convertirse en diferentes tipos de células en el cuerpo. En el contexto del autismo, la terapia con células madre puede ofrecer varios beneficios potenciales. Estos incluyen mejorar la comunicación y la interacción social, reducir la inflamación, mejorar la plasticidad neuronal y mejorar la función cerebral en general. Más información está disponible en nuestra página de Autismo.

La terapia con células madre para el autismo se considera un tratamiento experimental, lo que significa que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aún no la ha aprobado para el tratamiento del autismo. Sin embargo, varias clínicas e instalaciones médicas brindan terapia con células madre como tratamiento exploratorio para el autismo. Antes de tomar una decisión, las personas que estén considerando la terapia con células madre para el autismo deben realizar una investigación exhaustiva sobre la clínica o el centro médico que pretenden visitar y analizar los posibles peligros y beneficios con su profesional de la salud.

La terapia con células madre para el autismo funciona mediante la administración de células madre al paciente, ya sea mediante inyección o trasplante. Luego, las células madre se diferencian en el tipo apropiado de células, como neuronas o células gliales, y reparan o reemplazan las células dañadas en el cerebro. Esto puede conducir a mejoras en síntomas como la comunicación y la interacción social.

Se han estudiado varios tipos de células madre, incluidas las células madre embrionarias, las células madre pluripotentes inducidas y las células madre adultas, para su uso en el tratamiento del autismo. Cada uno de estos tipos de células madre tiene características únicas y el potencial de emplearse para tratar el autismo. Las células madre mesenquimales adultas (MSC) tienen la capacidad de diferenciarse en muchos tipos de células, incluidas las células óseas, musculares y grasas, así como propiedades inmunomoduladoras. Los estudios han demostrado que las MSC reducen la inflamación y mejoran las habilidades sociales y del habla en personas autistas. Por lo general, están compuestos de médula ósea, tejido adiposo o tejido del cordón umbilical.

Existen algunas plataformas y recursos disponibles para ayudar a los padres a encontrar y administrar la terapia con células madre para el autismo. Estos incluyen sitios web que brindan información sobre la terapia con células madre y el autismo, así como organizaciones que apoyan a las familias afectadas por el autismo. También es importante consultar a profesionales de la salud e investigadores para obtener la información más precisa y actualizada sobre el tema. Los padres pueden consultar con ARDIG, que brinda información y recursos sobre el autismo y las opciones de tratamiento relacionadas.

Otras formas de tratamiento para el autismo, como la terapia conductual, las dietas especiales y los medicamentos, se pueden combinar con la terapia para lograr los mejores resultados posibles. Sin embargo, es esencial discutir la condición del paciente con un experto médico capacitado y diseñar una estrategia de tratamiento adaptada para cumplir con los requisitos específicos del paciente. Es posible que el uso de la terapia con células madre junto con otros tipos de tratamiento aumente la eficacia general del tratamiento.
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